Fútbol

Se ganó el partido que todos ganan

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Cumplió con el trámite y superó sin problemas a Fútbol Club Tres Algarrobos, en calidad de visitante, por 2 a 0. Mauro Martínez y Franco Pulgar anotaron los tantos.

Sin el vuelo futbolístico de las últimas producciones, a Liniers le alcanzó con poco para vencer al accesible Fútbol Club Tres Algarrobos por 2 a 0.

El chivo pegó de entrada en cada uno de los períodos y con eso le alcanzó para meter la quinta victoria en fila y para aumentar la racha sin goles en contra, que ya asciende a 477 minutos.

Liniers entró decidido a quebrar cuanto antes a un adversario lento, permeable y sin ritmo de cuarta división del fútbol argentino.

En los primeros 10 minutos, el conjunto de Tuya fue una tromba, con Franzino encendido por la izquierda. Fue y fue hasta que abrió una brecha en el resultado.

Tras un tiro de esquina que forzó Sale, Iván López le dio con rosca y Mauro Martínez metió un frentazo letal contra el poste derecho de Cristian Acosta, quien ya había tenido un par de intervenciones notables.

Pero con el tanto, el chivo se relajó de más. Perdió brillo, mermó su intensidad y caminó el encuentro. Claro que su rival tampoco ofreció respuestas futbolísticas y trató de llegar como pudo.

Siempre el peso del partido lo llevó el albinegro, que entró en una laguna preocupante. Lateralizó demasiado, se olvidó cambiar el ritmo y el partido fue un bodrio hasta la media hora.

Ya en la recta final del primer segmento, Liniers pareció recomponer su imagen. Barez, Iván López y Turu Martínez tuvieron sus chances para aumentar, pero faltó justeza en la definición.

Con un poco de amor propio, el local hasta tuvo una ocasión para amargarle la existencia al chivo en un balón detenido que Cuellar no pudo pegarle de lleno tras una serie de varios rebotes.

El grito de “despertemos” de Partal sintetizó la primera etapa del conjunto bahiense, que se fue apenas por un gol de ventaja al vestuario cuando la diferencia entre los dos equipos es abismal.

El albiverde intentó en los segundos 45 minutos achicar terreno, pero en la primera que dejó espacios lo pagó muy caro. Mauro Martínez le metió un largo pase a Franzino, quien explotó su velocidad y le cedió el gol a Pulgar, quien no falló desde el punto penal.

Al igual que en la primera fracción, el chivo se volvió a parar y compartió la posesión del balón con su frágil rival.

El albinegro volvió a perder solidez en el manejo del balón y el partido se hizo anodino.

Con el corazón, el local puso en aprietos al chivo (Partal se tuvo que lucir en dos ocasiones).

Claro que ante la impericia del local y el conformismo de la visita, el 2 a 0 ya no se alteró y Liniers estiró la racha.

Fuente: La Nueva

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